Muele en un mortero la lecitina de soja granulada.
Traslada la lecitina a un robot de cocina y añade el resto de los ingredientes, excepto el aceite de coco. Tritura hasta que quede bien mezclado.
Incorpora gradualmente el aceite de coco y sigue mezclando.
Pon la mantequilla en un recipiente de plástico que luego puedas tapar. Envuélvela en papal parafinado y déjala enfriar en la nevera para que adquiera una consistencia compacta.