Saca la mantequilla de la nevera un poco antes para que esté a temperatura ambiente.
En un bol, aplasta la mantequilla con un tenedor. Pica la rúcula e incorpórala a la mantequilla con el queso Parmesano rallado. Mezcla hasta obtener una textura homogénea.
Pon la mantequilla de rúcula y Parmesano en una película y haz un rollo. Cierra los extremos con fuerza y ponla la nevera durante al menos 1 hora y media antes de servir.