Preparación:
120 min
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Cocción:
15 min
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Tiempo total
135 min
Empieza disolviendo la levadura de cerveza en la leche tibia. Mientras tanto, corta la mantequilla en trozos pequeños y deja que se ablande a temperatura ambiente. En el vaso de una batidora mezcla la harina tamizada, el azúcar y la sal. Agrega la levadura disuelta en la leche y amasa bien.
Luego agrega 4 huevos y amasa durante 6-8 minutos a baja velocidad. Aumenta la velocidad y agrega la mantequilla ablandada, una pieza a la vez.
Cuando hayas obtenido una mezcla muy suave y homogénea, ponla en un bol, cúbrela con papel film y déjala crecer en el horno con la luz encendida durante aproximadamente 3 horas. Después, amasa nuevamente la masa y ponla en la nevera durante al menos 12 horas, hasta que se haya solidificado.
Extiende la masa, corta triángulos y enróllalos sobre sí mismos para formar los croissants. Bate la yema con la nata fresca (o leche) en un bol pequeño y cepilla los croissants.
Déjalos crecer nuevamente durante aproximadamente 1 hora y 30, hasta que hayan duplicado su volumen. Hornea los croissants caseros en el horno precalentado a 200° C durante 15 minutos.