Lava muy bien toda la fruta y pela las que sean necesarias. El kiwi y el plátano córtalos en rodajas, las de plátano un poco más gruesas. Corta el mango y la piña en cuadros.
Haz las brochetas con el orden que quieras, pero ten en cuenta que los trozos de fruta que puedan ser más delicados, como por ejemplo el kiwi o el mango, siempre deben ir al centro.