Preparación:
20 min
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Cocción:
5 min
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Tiempo total
25 min
Lava y corta el calabacín con piel en trocitos pequeños, échales sal y déjalos en un escurridor. Separa la clara de la yema.
Coloca la yema en un bol y agrégale la sal y la pimienta al gusto, la leche, 2 cucharadas de aceite de oliva y el queso rallado. Bátelo todo bien. Tamiza la harina y la levadura. Mézclalo bien y agrega el calabacín. Sigue mezclándolo hasta que estén todos los ingredientes integrados.
Monta la clara a punto de nieve con una pizca de sal. Intégralo con la mezcla anterior en movimientos envolventes.
Calienta el aceite en una sartén y con una cuchara ve añadiendo la mezcla para formar una especie de bolas. Fríe los buñuelos hasta que estén dorados y sácalos a un papel absorbente para retirar el exceso de aceite.
Sirve los buñuelos de calabacín con una salsa de yogur ligera y listos.